"Mi hermano me dijo: 'Si haces 5 goles, Boca es campeón'. Y al final metí 5 goles..."Riquelme sigue con la vuelta olímpica por los tres títulos que ganó en el 2008. Y pone la lupa en Boca, en la interna, en los pibes, en lo que viene.Se ríe Riquelme, más de lo que muchos creen. Disfruta de un año casi ideal, de una mesa llena de premios. Mueve sus brazos sin parar, toma mate, busca cómplices en sus respuestas. Está inquieto pero cómodo. Y con ganar de hablar. De Boca, de fútbol, de todo. Y en vísperas de fin de año, arranca la charla con Olé con sus tres deseos para el 2009. "En lo deportivo, ¿no? 1) Ganar la Copa. 2) Clasificar al Mundial. 3) Lograr otro título local", dice sin parar. Sí, Román no para...
-De ayer a hoy, ¿te imaginabas todo lo que pasó en tu carrera?
-El día que yo firmé con Boca, no sé si porque era un pibe o me salió, pero yo le dije a mi representante que nos iban a tener que echar para sacarnos de acá. Siempre pensé que iba a salir todo bien, pero esto ya es mucho...
-Hacía ocho años que no ganabas un título local, ¿se disfruta más ahora?
-Se disfruta por eso y porque era el título que Boca llevaba dos o tres años sin lograr. Se cumplió todo.
-¿El superclásico fue el quiebre del torneo?
-Cuando se gana el clásico, por más que no quieras, te relajás porque ya tenés algo a favor. El hincha de Boca disfruta mucho de ganarle a River y entonces jugás los demás partidos con otro margen de error. Pero sabíamos que si seguíamos así podíamos pelear arriba. Igual el que acertó fue mi hermano...
-¿Qué te dijo?
-Fue después de pasar River. "Si hacés cinco goles, Boca es campeón", me dijo. Y terminé haciendo cinco goles, je. Ahora lo tengo que aguantar...
-Por continuidad y títulos, ¿estaría bien decir que sos el 10 más grande de la historia de Boca?
-Yo siento que la gente me tiene mucho cariño. Y el año pasado me dieron una de las máximas alegrías que me tocó vivir: hicieron una encuesta, no sé cuánta gente votó, pero la he ganado. Eso vale más que un premio.
-Si Boca, con los problemas que tuvo, fue campeón, ¿el semestre que viene tiene que robar?
-Pero el fútbol tiene cosas raras. Nadie se imaginaba que River iba a quedar último... Y nosotros perdimos a Martín y a Paletta con lesiones importantes, pero en el primer semestre los tuvimos a todos y nos quedamos en la puerta de la Copa. No se puede saber.
-¿Te pusiste a pensar qué pasaría si Boca sale último en un torneo?
-Y. no estaríamos contentos. Es la realidad. Si pasa, es porque hicimos las cosas realmente mal. Pero no pensamos en salir últimos, sino en ganar la Copa.
-¿Pero sería más imperdonable para Boca que para River?
-Tampoco hay que pensar que ellos han sido una maravilla y que ahora son un desastre. Seguro que en el torneo que viene van a hacer las cosas bien.
-Hace poco dijiste que el primer rival era River, ¿y el segundo?
-River.
-¿No hay otro?
-River va a ser siempre el primero, el segundo, el tercero. Después, cada uno ya tiene su clásico...
-Pero tanto para Vélez o San Lorenzo jugar contra Boca es algo diferente.
-Sí, nosotros también le queremos ganar a todos. Pero con River es diferente a los demás. Es nuestro partido, el de la gente.
-Hoy, ahora, ¿te lamentás de todo lo que se dijeron con Julio Cáceres?
-Hay cosas que se tienen que hablar en el vestuario. Pero Julio ya se dio cuenta en el club que está. Pidió perdón, no pasa nada. Todos nos equivocamos.
-¿Vos lo perdonaste?
-Sí, es mi compañero, es el que me ayuda a ganar los partidos el día domingo.
-¿Pero alcanza? Se dijeron cosas fuertes.
-Mirá, en esa semana hasta se dijo que yo le iba a pedir al DT que no lo pusiera nunca más. Y él terminó jugando todos los partidos. Lo hablé con el técnico: "Andan diciendo que yo te pedí a vos que juegue él o juegue aquél, pero no soy quién para decirte nada". Es así.
-¿Y por qué hubo tanto movimiento interno?
-Yo tengo claras las cosas. En el vestuario somos 30 personas, que no las eligieron ni Riquelme, ni Palermo ni Ibarra ni García. Cada uno tiene su manera de ser, de vivir. Y uno se va juntando con los que va coincidiendo en cosas. Después, podemos decirnos buen día, entrenar, decirnos chau hasta mañana, pero los 11 que jugamos el domingo somos hermanos y nos tenemos que matar para ayudar al otro.
-¿Cómo fue jugar con tantos pibes?
-Este año fue raro, más el último semestre. Los chicos jugaron mucho y se los vio felices. Y nosotros les estamos agradecidos de que nos hayan hecho ganar a los grandes otro título. Sin la ayuda de ellos no hubiésemos podido. Lo bueno es que de chiquitos vean las cosas como son.
-Y en lo futbolístico te tocó jugar en un campeón con un medio diferente al del 2007...
-Lo que pasa es que nosotros el año pasado teníamos a un jugador distinto, que es vago y marcara poco como Ever (Banega) pero que te lleva a jugar a otra cosa. Y el de ahora fue un medio con más equilibrio y que por momentos jugó un buen fútbol y en otros, no. Pero los dos equipos se manejaron bien, aunque el de la Copa fue muy bueno.
-¿Si tuvieras que elegir un cinco sería más un Banega que un Battaglia?
-No, yo quiero tenerlos a los dos. Me tocó jugar los Olímpicos con Gago y Mascherano y nos fue bien, con Banega ganamos la Copa y con Seba otro título. Battaglia es un monstruo. Fue el mejor jugador del semestre.
-Muchos dicen que Riquelme no corre, ¿lo hacés mucho o poco?
-Para mí, si es inteligente, el volante central es el que menos corre. Yo lo cargo a Mascherano y le digo que es el que menos corre...
-¿En serio?
-Eso me lo enseñó Serna. El fue quien me dijo: "Yo soy el que menos corro. Si yo cuando te doy la pelota a vos, me quedo parado esperando a que la pierdas". Tiene razón.
-¿Y para vos quién corre más: el lateral?
-Y. Clemente es de lo que más corre. Ibarra no, jaja. Pero los demás tenemos que estar en constante movimiento para buscar los espacios. Yo estoy los 90 minutos pensando en cómo lastimar al rival.
-Cuando te hacen enojar jugás mejor.
-Es difícil que me enoje.
-Con Racing sí...
-Sí, pero no pasó nada. Dentro de la cancha es difícil que me enoje.
-Además de Salvatierra, ¿algún otro jugador te trató deslealmente?
-No, por suerte me llevo bien con los rivales.
-¿Cuál fue el que mejor te marcó?
-Yo sabía que cuando me tocaba jugar con Michelini iba a terminar muerto. Porque te agarraba y por más veces que lo pasaras, él te volvía a marcar igual. Hay jugadores que vos lo pasás y dudan en volver a marcarte. A él no le importaba. Pero era muy leal. Nunca te pegaba una patada.
-¿Te ilusiona la vuelta de Bianchi a Boca?
-Seguro que me ilusiona. No sólo a mí, a todos los hinchas. Carlos representa mucho para el club, para los jugadores. Ayudó a que estos diez años Boca sea el club más importante del mundo y tenerlo otra vez será muy bueno para todos. Se conocen mucho con Ischia, y creo que las cosas van a ir muy bien.
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